Un viernes como otro cualquiera, Zoe se levanta para ir al
colegio.
Zoe no es muy buena
estudiante, por eso, al terminar el colegio no se va a casa a hacer los deberes,
como todo el mundo, sino que se va de paseo para no aburrirse; siempre va con
su amiga Raquel a comprar caramelos.
Hoy las dos amigas entran en una tienda que hay en su barrio
y, que es de un niño de clase. La tienda está vacía, a Zoe le extraña mucho así que decide
no comprar nada.
Zoe ha dormido toda la noche y se levanta muy temprano
aunque hoy no tiene que ir a clase. Cundo se levanta ve que tiene rodeado en el
calendario un día, hoy, y recuerda que es un día especial… su cumpleaños.
Cuando entra al comedor de su casa para desayunar enciende
la luz y… ¡sorpresa! todos sus amigos estaban allí. De pronto entendió por qué no había nadie en la tienda, todos estaban preparando su fiesta de cumpleaños.
Marina
No hay comentarios:
Publicar un comentario