Ayer, 21
de noviembre, al salir del comedor, estaban mis hermanos mi padre y mi madre.
Mi padre estaba mirando por la ventana, vio mucho humo y una ventana que estaba
en llamas; nos avisó: ¡mirad! ¡fuego!
Nos pusimos a verlo muy nerviosos mientras que mi padre llamaba a los bomberos, pero le dijeron
que estaban en camino. Cortaron el tráfico, los coches tenían que ir por Ruiz Zorrilla
y los autobuses no podían pasar por esa calle porque no cabían. Después todo
acabó en un susto porque no hubo ningún herido, pero la casa se quemó.
Germán
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